En una realidad global, nacional y comunitaria, caracterizada por el deterioro ambiental, pero también por una precaria cultura ecológica, la formación académica social tiene que enfocar sus acciones en la promoción y divulgación de la educación ambiental. 

La educación ambiental tiene que desarrollarse desde fundamentos pedagógicos y didácticos que le permitan profundizar los aspectos éticos, políticos y sociales de una educación con este enfoque; además debe orientarse en alcanzar capacidades prácticas para la conducción y desarrollo propiamente didáctico en el aula, comunidad y sociedad.


Comprende el planeamiento y desarrollo de la evaluación por medio de la elaboración de pruebas con su correspondiente proceso de análisis estadístico, la interpretación de resultados, tanto para diagnosticar y retroalimentar como para otorgar calificaciones cualitativas y cuantitativas. Modelos constructivistas de evaluación.