La práctica docente supervisada es una experiencia valiosa que permite a los futuros educadores adquirir confianza, mejorar sus habilidades y prepararse para el rol de docente con una base sólida en la realidad del aula.

 El objetivo principal es aplicar los conocimientos teóricos adquiridos en un entorno real y desarrollar habilidades prácticas en la enseñanza.